viernes, 20 de febrero de 2009

BAJO LA LLUVIA es posible



40º C de calor en Buenos Aires.

Nos quejamos por todo y todo nos molesta. Al fin llueve. Pero el pronóstico meteorológico no anticipa que la temperatura vaya a descender. La humedad sí trepa, enroscándonos.

Tengo mucho trabajo. Todos tenemos dead lines y fechas de entregas. Objetivos personales o trazados por otros, pero siempre algo que está más allá y nos asfixia. La humedad no ayuda, es cierto. Pero es posible hacer algo diferente, dejar de protestar por cada cosa, recordar que no somos un engranaje sino seres vivos integrados con la naturaleza.

Algo se hará con menos detalles. Algo quedará pendiente. Alguien reclamará. ¿Qué importa? Es imposible ser perfectos e inútil intentar ser lo que no somos.

Somos seres de viento, algas, piedra y nube. Somos hijos de tierra y carne. Los pueblos originarios lo recuerdan y atesoran ese saber: ¿De qué valen los trajes, o los premios o los infinitos enseres que apilamos?

La naturaleza nos habla con su idioma de temperaturas y sonidos, relámpagos y estaciones. ¿Estamos atentos?


Algo quedará sin hacer, pero al fin está lloviendo, hace mucho calor y un trueno me llama. Voy a ir a mojarme la cara y las manos con la lluvia... Es posible volver al origen, donde el entusiasmo aguarda escondido en la tormenta.

Ana

miércoles, 3 de diciembre de 2008

ENERGÍA QUE DA VIDA

Entusiasmo, viene del griego "En-theos-usmus", que puede traducirse como “Dios activo dentro de mí”.

Desde mi perspectiva, el entusiasmo es la energía de vida que late en nuestro interior, alimentando sueños y esperanza, sosteniendo nuestra fe o capacidad de creer.

Es al mismo tiempo el motor y el deseo, el impulso y el don de disfrutar del camino.

En el entusiasmo no hay meta. No se busca algo específico. La conexión con aquello que ocurre ahora es la fuente y el milagro que perpetúa el misterio del entusiasmo.

Incluso en la tristeza se puede hallar. Hoy en Galicia está apagándose una de las personas que más quiero. Tiene más de ochenta años y su vida, que no estuvo llena de lujos ni grandes viajes, iluminó mi existencia con su paz, dulzura, cariño e increíble capacidad de estar presente. A su lado, el silencio nunca fue vacío y, a la distancia, siempre me acompañó.

El entusiasmo, en este día, también es posible, porque desde una aldea pequeña y desconocido para el mundo, con su amor marcó la vida de cuantos lo conocimos y eso no es algo que pueda decirse con frecuencia. Sin duda Dios estuvo siempre activo en su interior, vibrante en sus ojos y en su ternura.

¿Qué importa cuándo nos vamos? Lo importante es haber estado presentes en la vida de quienes quisimos. Mi agradecimiento y mi entusiasmo a la distancia, en homenaje a su constante cercanía.


"No dejes apagar el entusiasmo, virtud tan valiosa como necesaria;
trabaja, aspira, tiende siempre hacia la altura."
Rubén Darío (1867-1916)
Poeta y periodista nicaragüense.

jueves, 28 de agosto de 2008

ENTUSIASMO Y CREATIVIDAD

Sin entusiasmo no se puede crear.
Para que algo nuevo surja se necesita un grado de pasión que encienda nuestra capacidad de inventar, de mirar lo mismo de un modo diferente, de jugar, imaginar, soñar...

Alguien que quiero está haciendo un curso de pintura. Progresa con su técnica pero, a veces, la veo apagarse con tantas normas que le dictan qué es lo correcto y qué no lo es. Las clases le absorben su esencia y le devuelven un mar de reglamentos. Como muchas otras escuelas de arte, enseña qué es la belleza pero olvida recordar el secreto fundamental: "Divertíte, sentí placer con lo que hacés, explorá, jugá".

Yo también paso por esas sequías artísticas en las que me olvido de jugar, de escribir porque sí, un día cualquiera, sin razón aparente. Dejo de lado la excelente costumbre de practicar la espontaneidad y permitir que la vida fluya, sin imponer estándares de calidad.

Hace poco me descubrí cocinera... ¡Justo yo! Simplemente, recuperé las ganas de experimentar: en el supermercado compré especias e ingredientes nuevos y, ya mientras los compraba, iba saboreando por anticipado, imaginaba el frío de agosto, la niebla, la posibilidad de preparar algo diferente. Y empezó así, como un juego, dándome el permiso de equivocarme y crear.

Uno puede ser creativo de tantas maneras... Por eso, alcanza con comenzar cada día sabiendo que la vida se recrea constantemente, que nunca se repite, que el principio de Creación se parece a una fiesta y que sólo necesitamos escuchar nuestra música y salir a jugar.

"Lo que un artista necesita, es entusiasmo, no disciplina.
El entusiasmo no es un estado emocional. Es un compromiso espiritual, una entrega amorosa a nuestro proceso creativo, un reconocimiento amoroso de toda la creación que nos rodea.
El entusiasmo es una reserva de energía en movimiento que está conectada con el flujo de la vida misma.
El entusiasmo se cimenta en el juego no en el trabajo.
Lejos de ser un soldado descerebrado, nuestro artista es nuestro niño interior, nuestro compañero de juego.
Como sucede con los compañeros de juego, lo que establece un lazo duradero es la alegría y no el deber ",
afirma Juia Cameron en su libro El camino del artista.

viernes, 21 de marzo de 2008

Chaplin + Smile. Motivos para reír.

En la barra de la derecha podrán ver un video con imágenes de diversas películas de Chaplin acompañadas por el tema musical "Smile"




Seguir riendo a pesar de todo no siempre es fácil. Cada tanto, a todos nos abrazan la angustia o la desesperanza y creemos difícil o casi imposible encontrar motivos para reír.
Sin embargo, siempre hay motivos.
No se trata de forzarnos en una mueca extraña ni de negar el dolor, ni mucho menos de asustarnos o huir de las lágrimas. Se trata simplemente de no bajar los brazos y observar a nuestro alrededor, mirar incluso a través de las lágrimas.
En Argentina acaba de comenzar el otoño, las mariposas Monarca salen de sus crisálidas e invaden el jardín, los colibríes danzan con las flores de salvias y lantanas.
Algunos ciclos continúan más allá de nuestros propios ritmos internos y nos otorgan un sentido de continuidad y armonía.
Me sumerjo en esa melodía de la naturaleza y tarareo Smile mientras me hacen reír los fragmentos de las películas de Chaplin. Todavía podemos sentirnos identificados con las escenas de Tiempos Modernos que es de 1936: el desempleo, el hombre tragado por la máquina, la tiranía del reloj, la injusticia social y tantos otros problemas.

La letra dice: "Sonríe y tal vez mañana descubras que la vida vale la pena, ilumina tu rostro con una sonrisa (...) y aunque una lágrima puede estar siempre cerca, ese es el momento en el que tenés que seguir intentándolo, sonríe, cuál es el sentido de llorar?"

Y aunque a muchas personas que conozco esta canción quizás les parezca demasiado naif en estos momentos de su vida... De eso se trata este blog después de todo, de bucear en la inocencia escondida en nuestro interior, donde está la fuente de la esperanza y el entusiasmo, esa fuerza que nos hace seguir adelante y reír, no porque nos pintamos sonrisas como los payasos, sino porque encontramos que siempre, en toda circunstancia, hay motivos para hacerlo.

Ana

viernes, 23 de noviembre de 2007

NOVIEMBRE. Calendarios vencidos. Un pájaro en la ventana.

El pasado no siempre es fuente de entusiasmo: las fechas se agrupan a veces o saltan desde los calendarios para señalar un evento cualquiera, uno entre miles de eventos que para nosotros fue significativo. Pero hay tantos, inagotables, que resulta arbitrario determinar cuál marcar con un círculo
y cuál borrar sin más.

En un noviembre de un año distante murió mi abuelo, una de las personas más importantes de mi vida; también en noviembre cumple años alguien a quien quise mucho y que, sin morir, se fue para siempre. En dos noviembres bien distintos tuve la suerte de abrazar a mi querida familia de Galicia: una vez les fui a dejar destellos de mi alma en sus casas de otoño, otra vez vinieron ellos a regalarme abrazos y alegría; en ambas ocasiones comprobé cómo uno está conectado a ciertos seres desde el alma para toda la vida. En este noviembre me descubrí soñando imposibles y confirmando que existe una clase de amor tan cálido y tierno que provoca querer abrir las alas y crecer.

Pero también en otros noviembres compré cosas en el supermercado y di exámenes, tomé colectivos y trenes y salí a pasear por ferias y avenidas, me recibí, me agoté de estudiar, trabajar o intentar que ciertas cosas funcionaran, terminé etapas empecé otras, compré un diario trescientos diarios, fui a nadar con una amiga a una pileta de acá cerca, conseguí un trabajo, vi crecer plantas que había sembrado, me quedé con la intriga porque un amigo no volvió a comunicarse, se me partió el alma, conseguí un alma nueva con menos juicios (no hay como equivocarse para juzgar menos!) perdí una hermana, gané una familia, hice miles de sandwiches de bondiola, programas de radio, notas, un cuento, un cheque, quinientas colas de banco, escribí una carta emotiva, recibí otra entrañable, desayuné, dormí, jugué, soñé, amanecí llena de angustia y llena de optimismo. Recé, me olvidé de rezar, recé otra vez.

Estuve viva todos estos noviembres!!! Empecé este blog, las lobelias multiplican azul en mis macetas, charlé con Marta, la mejor amiga que tengo, mientras visitamos una muestra de pinturas en la avenida corrientes; me estrujaron de emoción con llamados telefónicos, con silencios, con la presencia constante y con la distancia. Alguien me acaba de hacer llorar de alegría. Y todo es un continum, un hilo de eventos y segundos que fluyen y pasan y se quedan, todos se quedan, todos los segundos. También la risa de la otra tarde, de tantos noviembres, incluso los innumerables instantes que no recuerdo, la rutina, el cepillo de dientes, el olor a pan tostado, las sábanas recién cambiadas, una mirada, cien mil millones de almuerzos.


El calendario de fechas vencidas es el que apaga el entusiasmo, el calendario arbitrario que le da más importancia a una muerte que a un momento de plenitud en una plaza cualquiera. Un pájaro canta en mi ventana, a todo pulmón. Por un momento pienso cuántas veces escuché cantar a los pájaros en esta sucesión de noviembres. Uno se acostumbra a vivir y a los milagros cotidianos. El pájaro sigue cantando. Si voy a recordar algo de un noviembre, ¿por qué no este momento de madrugada, con los pies descalzos, un poco dormida y el pájaro ese que no deja de cantar?
Ana

miércoles, 21 de noviembre de 2007

CONCIERTO DE ARANJUEZ. Corro por las plazas. Un gnomo de pelo blanco y manos expresivas.

En la barra del blog pueden ver que agregué videos del Concierto de Aranjuez, la composición musical para guitarra y orquesta del español Joaquín Rodrigo.

Es increíble cómo el entusiasmo puede brotar a partir de tan diversos estímulos. La melodía de esta obra me provoca nostalgia y emoción cada vez que la escucho. En un documental que vi sobre Rodrigo él contaba muchos detalles sobre sus composiciones y su vida, con esa voz de gnomo por sus noventa y tantos años y un aspecto frágil y activo a la vez. Una persona que irradiaba luz a pesar de haber vivido ciego casi toda la vida. Es que él veía con todo el cuerpo, con todos los sentidos y eso que capturaba lo volcaba en sus composiciones.

Quedo hechizada con esa guitarra que realmente confronta a la orquesta. Según Rodrigo el primer movimiento está "animado por un espíritu rítmico”, el segundo movimiento "representa un diálogo entre la guitarra y los instrumentos de solo”, mientras que el último "recuerda un baile". Sin embargo, el compositor dijo algo más poético al describir el concierto y aseguró que captura "la fragancia de magnolias, el canto de los pájaros y el chorro de las fuentes de los jardines de Aranjuez”.

Es cierto que fue escrito para los jardines del Palacio Real de Aranjuez, algunos opinan que se inspiró en el bombardeo de Guernica, pero yo recuerdo que en el documental su esposa Victoria dijo que la inspiración había sido por dos motivos bien diferentes: el recuerdo de su luna de miel en ese lugar y la tristeza ante el aborto de su primer bebé.

Y todo eso se percibe en el Concierto: las fuentes, la naturaleza, la alegría de esos días de amor y encuentro, la pérdida que se manifiesta como una transmutación de la desesperación a la luz.

Así llega el entusiasmo, a través de la emoción. Abro la ventana. Las hojas de un verde primavera fosforescente. Joaquin Rodrigo nunca tuvo una vida fácil pasó por dificultades económicas, fisicas, limitaciones de todo tipo... Sin embargo, cuando escucho su música parece que vuelvo a descubrir la intensidad de los colores, la suavidad, el brillo, los tonos de lo que me rodea. Sí, creo que hay fuentes y jardines y mucho verde en su obra. Es increíble cómo una persona ciega pudo tener el don de abrir los ojos a tanta gente.
Mañana, 22 de noviembre, sería su cumpleaños. Imagino que lo festejaría caminando por un parque, absorbiendo cada sonido, cada perfume, capturando quien sabe qué melodía, tarareando quizás. Como un gnomo de pelo blanco y manos expresivas.

El verde fosforescente me quema los ojos. Quiero salir a caminar por las plazas. Me llevo el Concierto de Aranjuez como un murmullo secreto, para soltarlo en alguna esquina, de esas grises que necesitan una guitarra.
Ana





Para saber más de Joaquín Rodrigo y su obra: http://www.joaquin-rodrigo.com

martes, 20 de noviembre de 2007

COMIENZO

Y así comienza este viaje. Abro mi alma. Vuelo más allá de las limitaciones.
En Buenos Aires el suelo está cubierto de lila y amarillo por las flores de jacarandáes y tipas. Volvió el calor. El otro día me senté en la mesada de la cocina y leí poemas de Girondo y cuentos de Cortázar en voz alta mientras mi novio preparaba tortillas y cortaba perejil.
El televisor disparaba gritos y calamidades. Las escuchamos. Los problemas existen. Miles de seres humanos sufren en este instante. Sé que el calentamentamiento global, la pobreza y el hambre, además de innombrables injusticias ocurren. Hago cuanto está a mi alcance para cambiar las cosas. Me importa que las cosas cambien. No me gusta mirar para otro lado.
Sin embargo inauguro este blog mientras exhalo, porque busco que sea un respiro, un lugar donde nutrir el alma para seguir. Como ese instante en la cocina de mi casa.
La nutrición es un arte misterioso. Nunca una tortilla me alimentó tanto. Sació mi hambre y el deseo de cosas sabrosas... pero me llenó de algo más... ¿cómo decirlo? Me llenó el alma de puro presente.
Dicen que tengo el don de contagiar entusiasmo como los chicos y ese es uno de los halagos que más disfruto. No se me ocurre mejor forma de honrar semejante piropo que comenzar este proyecto. Así a ustedes también les toca algo, seguro que juntos respiramos mejor.