jueves, 28 de agosto de 2008

ENTUSIASMO Y CREATIVIDAD

Sin entusiasmo no se puede crear.
Para que algo nuevo surja se necesita un grado de pasión que encienda nuestra capacidad de inventar, de mirar lo mismo de un modo diferente, de jugar, imaginar, soñar...

Alguien que quiero está haciendo un curso de pintura. Progresa con su técnica pero, a veces, la veo apagarse con tantas normas que le dictan qué es lo correcto y qué no lo es. Las clases le absorben su esencia y le devuelven un mar de reglamentos. Como muchas otras escuelas de arte, enseña qué es la belleza pero olvida recordar el secreto fundamental: "Divertíte, sentí placer con lo que hacés, explorá, jugá".

Yo también paso por esas sequías artísticas en las que me olvido de jugar, de escribir porque sí, un día cualquiera, sin razón aparente. Dejo de lado la excelente costumbre de practicar la espontaneidad y permitir que la vida fluya, sin imponer estándares de calidad.

Hace poco me descubrí cocinera... ¡Justo yo! Simplemente, recuperé las ganas de experimentar: en el supermercado compré especias e ingredientes nuevos y, ya mientras los compraba, iba saboreando por anticipado, imaginaba el frío de agosto, la niebla, la posibilidad de preparar algo diferente. Y empezó así, como un juego, dándome el permiso de equivocarme y crear.

Uno puede ser creativo de tantas maneras... Por eso, alcanza con comenzar cada día sabiendo que la vida se recrea constantemente, que nunca se repite, que el principio de Creación se parece a una fiesta y que sólo necesitamos escuchar nuestra música y salir a jugar.

"Lo que un artista necesita, es entusiasmo, no disciplina.
El entusiasmo no es un estado emocional. Es un compromiso espiritual, una entrega amorosa a nuestro proceso creativo, un reconocimiento amoroso de toda la creación que nos rodea.
El entusiasmo es una reserva de energía en movimiento que está conectada con el flujo de la vida misma.
El entusiasmo se cimenta en el juego no en el trabajo.
Lejos de ser un soldado descerebrado, nuestro artista es nuestro niño interior, nuestro compañero de juego.
Como sucede con los compañeros de juego, lo que establece un lazo duradero es la alegría y no el deber ",
afirma Juia Cameron en su libro El camino del artista.

1 comentario:

Blackmac dijo...

Sos lo mejor del mundo