miércoles, 3 de diciembre de 2008

ENERGÍA QUE DA VIDA

Entusiasmo, viene del griego "En-theos-usmus", que puede traducirse como “Dios activo dentro de mí”.

Desde mi perspectiva, el entusiasmo es la energía de vida que late en nuestro interior, alimentando sueños y esperanza, sosteniendo nuestra fe o capacidad de creer.

Es al mismo tiempo el motor y el deseo, el impulso y el don de disfrutar del camino.

En el entusiasmo no hay meta. No se busca algo específico. La conexión con aquello que ocurre ahora es la fuente y el milagro que perpetúa el misterio del entusiasmo.

Incluso en la tristeza se puede hallar. Hoy en Galicia está apagándose una de las personas que más quiero. Tiene más de ochenta años y su vida, que no estuvo llena de lujos ni grandes viajes, iluminó mi existencia con su paz, dulzura, cariño e increíble capacidad de estar presente. A su lado, el silencio nunca fue vacío y, a la distancia, siempre me acompañó.

El entusiasmo, en este día, también es posible, porque desde una aldea pequeña y desconocido para el mundo, con su amor marcó la vida de cuantos lo conocimos y eso no es algo que pueda decirse con frecuencia. Sin duda Dios estuvo siempre activo en su interior, vibrante en sus ojos y en su ternura.

¿Qué importa cuándo nos vamos? Lo importante es haber estado presentes en la vida de quienes quisimos. Mi agradecimiento y mi entusiasmo a la distancia, en homenaje a su constante cercanía.


"No dejes apagar el entusiasmo, virtud tan valiosa como necesaria;
trabaja, aspira, tiende siempre hacia la altura."
Rubén Darío (1867-1916)
Poeta y periodista nicaragüense.

1 comentario:

Blackmac dijo...

Me emociene mucho.
Gracias