martes, 20 de noviembre de 2007

COMIENZO

Y así comienza este viaje. Abro mi alma. Vuelo más allá de las limitaciones.
En Buenos Aires el suelo está cubierto de lila y amarillo por las flores de jacarandáes y tipas. Volvió el calor. El otro día me senté en la mesada de la cocina y leí poemas de Girondo y cuentos de Cortázar en voz alta mientras mi novio preparaba tortillas y cortaba perejil.
El televisor disparaba gritos y calamidades. Las escuchamos. Los problemas existen. Miles de seres humanos sufren en este instante. Sé que el calentamentamiento global, la pobreza y el hambre, además de innombrables injusticias ocurren. Hago cuanto está a mi alcance para cambiar las cosas. Me importa que las cosas cambien. No me gusta mirar para otro lado.
Sin embargo inauguro este blog mientras exhalo, porque busco que sea un respiro, un lugar donde nutrir el alma para seguir. Como ese instante en la cocina de mi casa.
La nutrición es un arte misterioso. Nunca una tortilla me alimentó tanto. Sació mi hambre y el deseo de cosas sabrosas... pero me llenó de algo más... ¿cómo decirlo? Me llenó el alma de puro presente.
Dicen que tengo el don de contagiar entusiasmo como los chicos y ese es uno de los halagos que más disfruto. No se me ocurre mejor forma de honrar semejante piropo que comenzar este proyecto. Así a ustedes también les toca algo, seguro que juntos respiramos mejor.

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